Eliminar las patas de gallo

Patas de gallo…¡bórralas!


Cutis de porcelana y un óvalo facial perfecto ¡pero! qué hacer con esos surcos que aparecen alrededor de los ojos.

Sí, realmente cruel, porque incluso sin haber cumplido los treinta existen innumerables casos en los que las temibles patas de gallo adornan el contorno de los ojos.
No tiene nada que ver ni con las ojeras ni con las bolsas, aunque en una gran cantidad de casos pueden aparecer al mismo tiempo, incluso con el agravante de la caída de las cejas con lo que las miradas quedan bien muertas.

Sin embargo no hay que desesperar porque la buena noticia es que con tratamientos fáciles, rápidos, sencillos e inodoros pueden mejorar increíblemente y también, en ciertos casos, desaparecer por completo.


Métodos suaves
Gestos preventivos.
Como de costumbre, el uso local de preparados dermo-cosméticos, filtros y pantallas solares, preparados con alfa-hidroxiacidos (AHA) y otros principios dermatológicos asegura que la imposibilidad de que las arruguitas aparezcan prematuramente.

Si desde edades tempranas se adquiere la costumbre de propinar, mañana y noche y siempre que sea necesario, alrededor de los ojos cremas, geles o fluidos específicos para combatir las arrugas, manteniendo la zona siempre bien hidratada y nutrida, con total seguridad éstas surgirán muy tarde y nunca serán profundas.

Peelings
Preparados químicos se basan en la acción de irritar la piel, dando origen a una exfoliación y posterior renovación de las capas superficiales y medias de la piel.

Existen muchos principios activos con estos fines, y distintas técnicas.

Los indicados están basados en derivados de los alfa-hidoxiácidos (AHA), otros del ácido salicílico o en preparados personalizados que crea el doctor especialmente indicados a cada uno de sus pacientes.

Mesoterapia
Consiste en la inyección de sustancias hidratantes profundas (ácido hialurónico) o preparados polivitamínicos que recuperan la vitalidad disminuida de la piel, y la regeneración de las fibras de colágeno y elastina.

Se utilizan pequeñas agujas con las cuales se inyectan en toda la superficie facial los preparados. Las alergias cutáneas son prácticamente inexistentes y sus beneficios no solo se circunden a la parte tratada, es toda la superficie de la piel la que mejora con este tratamiento.

Materiales de relleno
Cuando exista profundidad en algunas arrugas, sobre todo las que se ubican sobre las sienes, para atenuar los pliegues y las arrugas, y recuperar volúmenes. Hay numerosos materiales, que oscilan en la indicación, durabilidad y textura, bien podría ser que en una misma arruga el médico instale diferentes productos para individualizar el recorrido de la mencionada arruga y adaptarse a cada una de las necesidades que presente en su trayecto.

Uno de los más utilizados es el ácido hialurónico que tiene una durabilidad entre 3-6 meses, dependiendo de la zona en la que está colocado, y tiene propiedades en la hidratación cutánea. Otros materiales como las policrilamidas, tienen larga durabilidad, con textura gelatinosa que lo hace muy apropiada para la remodelación de los tejidos blandos.

Los materiales se inyectan con una pequeña aguja sin necesidad de incisiones y la paciente puede hacer rápidamente su vida normal.


La toxina
Según los especialistas consultados, hoy por hoy para el tratamiento de las arrugas en el canto externo del ojo, el método que mejor resultados aporta es la aplicación de toxina botulínica (nombre comercial de Vistabel) de forma radial haciendo un triángulo con base externa y aplicando al menos 20 unidades del producto en cada lado.

También puede ponerse unas 5 unidades en la cola de la ceja debajo de la misma, para producir el efecto de elevar el espacio externo de la ceja al rebajar la contracción del músculo orbicular en esa zona.

Este medicamento permite relajar los músculos de expresión de los ojos, frente, entrecejo y nariz lo que mejora el aspecto visual de la zona de forma muy notable.
La durabilidad del medicamento es de aproximadamente 4 meses, aunque después de varias revisiones, la prolongación de los efectos es mayor. Mediante pequeñas punciones en la piel a modo de una vacuna se introduce el medicamento que permite hacer vida normal enseguida. Los resultados se perciben a los tres o cuatro días.