La Glúteoplastia, para un trasero firme

El aplanamiento del trasero y su falta de proyección hace que cualquier prenda desmerezca en el cuerpo. Un adelgazamiento brusco, la falta de elasticidad en su tejido muscular o el paso del tiempo hacen que las nalgas más contundentes aparezcan hundidas.

Para remediarlo e ir en búsqueda de un glúteo alto y redondo, existe una intervención denominada glúteoplastia, que consiste en aumentar y dar forma a las nalgas.
Así, de la noche a la mañana quedan de maravilla los vaqueros que estaban desterrados y la cintura queda más y mejor marcada. En definitiva, el cuerpo parece otro...

La intervención
La técnica consiste en una operación quirúrgica en la que se implantan unas prótesis especialmente diseñadas para el glúteo.

De esta forma, se corrige el aspecto de hundimiento o de nalgas planas que han sido imposibles de recuperar a pesar de haber sido sometidas a duras sesiones de fitness y de pesas.

La intervención se realiza de forma totalmente personalizada porque cada paciente tiene distintas expectativas respecto al resultado final.
Siempre se inicia con un estudio exhaustivo del caso para hacer el diagnóstico individual y establecer las pautas a seguir.

Prótesis perfectas
El método para conseguir el mejor glúteo se obtiene mediante la instalación de prótesis que quedan implantadas por debajo de los músculos de la región en donde previamente se han practicado mínimas incisiones que luego no dejan huellas.
Las incisiones que se efectúan para este procedimiento quedan ocultas y las cicatrices son muy aceptables, ya que se hacen imperceptibles.

Siempre que estén debidamente colocados y se trate del modelo adecuado, los implantes no son rechazados, quedan fijos perfectamente a la zona enmarcada y no se desplazan.

Diferentes formas
Existen en el mercado de las prótesis de glúteo distintas formas y tamaños, así como proyección. Este hecho permite que el paciente pueda obtener, de forma fácil, las nalgas con el aspecto que desee.
Normalmente, se eligen de silicona texturizada, con la densidad precisa para que tengan la misma consistencia que la del glúteo natural. Una vez implantadas estas prótesis, las nalgas presentan una redondez que armoniza con el cuerpo.

Glúteoplastia + Liposucción
En la mayoría de los casos no solamente hay que corregir un glúteo plano, sino que aparecen también síntomas de flacidez, con el consiguiente descolgamiento de las nalgas.

Para conseguir el mejor resultado posible, suele combinarse la Glúteoplastia con la Liposucción o Lipofilling del surco del glúteo menor o subglúteo, de modo que quede corregida su caída.

El postoperatorio
La intervención se realiza con anestesia local y sedación, aunque en algunos casos se realiza con anestesia total, siempre que el paciente lo pida y el médico esté de acuerdo.

Los primeros días después de la intervención obligan a dormir boca abajo evitando por completo el contacto de la zona operada con la cama. Sin embargo, se permite sentarse nada más salir de la clínica.

Por regla general, hace falta un mínimo de siete días de reposo absoluto y no practicar deporte alguno durante al menos cuatro semanas.

El acabado final es muy natural y no presenta artificialidad alguna. No exige mantenimiento posterior de ningún tipo.