Sueño Reparador

Siete horas de sueño es el tiempo mínimo estimado para que nuestro organismo funcione correctamente y tengamos la vitalidad necesaria para afrontar un nuevo día. Recientes estudios parecen demostrar que dormir poco puede producir un aumento de peso.

Dichos estudios constatan que una falta de sueño se traduce en un aumento del apetito. La privación de sueño disminuye los niveles de leptina (una hormona que reduce el apetito) y aumentaron los de ghrelina (un estimulante del apetito liberado por el estómago). Estos cambios aumentan la sensación de hambre e inducen a un aumento del peso corporal.



La calidad del sueño

Tan importante o más que las horas que dedicamos a dormir es la calidad del descanso. La falta de descanso suele traducirse en falta de concentración, mayor propensión a padecer enfermedades, sobretodo problemas gastrointestinales, como la pesadez de estómago y la mala digestión. De la misma manera, aumenta las posibilidades de ganar peso de forma rápida a pesar de comer poco y mal.

La importancia de la siesta

Si bien se ha hablado mucho de la importancia de la siesta, sigue siendo difícil conciliar la siesta con la vida familiar, el trabajo y los horarios a los que estamos sometidos. La siesta aumenta la agilidad mental y los reflejos, el nivel de atención, el sentido del humor e incluso el estado de ánimo. Además, se ha demostrado que reduce las probabilidades de enfermedades cardiovasculares, las posibilidades de pardcer arteriosclerosis y alivia el estrés (que puede tener una influencia directa en nuestro peso). Los expertos afirman que entre veinte y treinta minutos es lo ideal.