Elige tu perfume

Con tantos perfumes y fragancias como hay hoy en día en el mercado, ¿cómo saber cuál es el idóneo para cada persona? Elegir tu perfume no es una tarea fácil. En primer lugar, si vas a ir al día siguiente a comprarte un perfume, esa noche intenta no comer alimentos a los que hallan añadido especias fuertes, ya que pueden alterar el la reacción del perfume sobre tu piel. Además, el mismo día, no utilices, claro está, nada que tenga aroma, ni cremas ni lociones.

Una vez ha llegado el momento, eso ya es cosa tuya. Decide cómo te quieres sentir cuando te pongas el perfume, en la perfumería seguro que tendrán fragancias que te hagan sexy, limpia y fresca, un poco interesante, etc. Además, si allí hay personal especializado, te ayudarán a conseguir tu fragancia ideal. Por descontado que tú misma puedes probar cuantos perfumes desees mediante las muestras que tienen disponibles, así seguro que sabes de verdad la reacción sobre tu piel y si te gusta o no.


Una vez adquirido, el momento perfecto para ponerte el perfume es después de una buena ducha (o un buen baño, en su defecto) por todo el cuerpo. Pero cuidado, si tienes un atomizador, con dos o tres veces que lo aprietes es suficiente.

Si tienes un perfume muy intenso, lo que se suele hacer es aplicar unas gotas en diferentes puntos clave del cuerpo: la cavidad que se forma en la clavícula, el lóbulo de la oreja, el escote y la parte interna del codo.